miércoles, 30 de mayo de 2007

Buscando una Voz Propia: Concierto 24/03/2007













Después del concierto debut, nos avocamos a pulir los temas del repertorio. Las canciones salen cada vez mejor. Pepe mejora su desempeño cada vez que toma la guitarra, tocándola con más fluidez y demostrando que, con práctica, un buen bajista podría comenzar a ser un guitarrista correcto.

En el caso de Erick, debo admitir que el cambio es notable, pues toca la batería con más confianza y ya comienza a dejar atrás los nervios de quien pisa por primera vez un escenario. En lo que a mi respecta, no me averguenza decir que que no canto bien, pero lo que me sobra es descaro para hacerlo y además, tal vez porque soy economista, trato de utilizar mis limitados recursos de la mejor manera posible. Además con esta banda el desafío es mayor porque, con el estilo de Ausencia, no puedo recurrir a las guitarras distorsionadas como manera de ocultar las falencias que podría tener como vocalista (al menos no tanto como quisiera).

Sin embargo, la sorpresa más grande fue Roberto, quien, gracias a un tapón de oídos que Erick le consiguió durante un ensayo, descubrió que al escucharse podría complementar muy bien el trabajo de voces y mejorar así el producto final de las canciones. Por eso, ya casi siempre lleva aquel accesorio cada vez que vamos a tocar, pues, según él mismo lo dice, lo considera su "monitor" de bolsillo.

Durante el verano pasado, añadimos dos nuevas canciones a nuestro repertorio. La primera de ellas fue un tema con letra de tintes misóginos llamado Perra, que se sostiene muy bien musicalmente con melodías que en un principio son wave o post punk, pero que hacia el final revientan con el uso, hasta ahora poco común el grupo, de acordes impregnados de distorsión.

La siguiente composición fue Despedida, una canción compuesta originalmente con un estilo hard rock, pero que con los arreglos adecuados pudo mutar convenientemente a un estilo parecido al power pop (por lo menos eso parece).

La invitación de Raúl Loza, baterista de Voz Propia, para que abriéramos un concierto de su agrupación en el Yacana, fue la oportunidad para averiguar si los arreglos que estábamos haciendo a nuestras canciones iban por buen camino.

El encargo no era fácil, ya que el público de Voz propia se caracteriza por ser muy exigente y no duda en castigar con su indiferencia a cualquier propuesta musical que no satisfaga sus expectativas o se aleje del género que su banda estandarte cultiva. Sin contar con que sólo disponíamos de media hora para capturar su atención.

En lo referente al género, podíamos respirar tranquilos, pues la mayoría de nuestros temas tienen mucho que ver con el wave o el post punk, vertientes de las que Voz Propia es un referente obligado desde la década de los ochenta. Ésa era una carta que teníamos bajo la manga y que pensábamos usarla sabiamente.
Un detalle que creo digno de mencionar es que esta presentación fue el pretexto para que nuestro nombre sea mencionado por primera vez en en medio escrito. Claro, fue El Peruano, en una pequeña nota anunciando el concierto, pero pues Roma no se hizo en un día y mucho menos la reputación de una banda. Por lo menos ya había evidencia impresa de nuestra existencia.

La noche del concierto, no hubo cabos sueltos. Todos estuvimos puntuales, con todos nuestros instrumentos y accesorios listos para la noche. Pero sobre todo se contaba con un buen sonidista, el único elemento que determinaba que el éxito de nuestra presentación dependa sólo de nuestra performance sobre el escenario.

El primer turno fue de justicia Inmoral, una agrupación punk de la que Raúl loza es el baterista. A pesar de tener un estilo muy distinto a la banda anfitriona aquella noche, el grupo supo ganarse al público, el cual acogió el proyecto paralelo del batero de Voz Propia, con agrado.

Para iniciar nuestra presentación elegimos dos temas que iban en un solo bloque: Privilegio y Desearía. La elección fue más que adecuada, pues sirvieron eficientemente como señuelos, haciendo que la audiencia dirija sus ojos hacia la tarima y nos aplauda como signo de aprobación.

La siguiente canción fue la Inefable Nostalgia Anhelada, cuya filiación wave y reminiscencias a grupos como Soda Stereo o Héroes del Silencio, sirvieron para terminar de ganarse a los seguidores de Voz Propia.

El momento fue adecuado para algo más agresivo y tocamos Lamento y finalmente Perra, con los que terminamos nuestra participación, dejando comentarios positivos entre quienes nos escucharon como aperitivo del palto de fondo: Voz Propia.

Así pues, en líneas generales, nuestro objetivo principal se cumplió, pues más gente nos ha escuchado y, sobre todo, esta presentación sirvió para que el grupo madure de la única forma posible: Tocando en vivo.
Juan Alfonso.

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