martes, 13 de noviembre de 2007

El Regreso

El ingreso de Harold Tejada a la banda fue de improviso, no obstante, supo adaptarse rápidamente e hizo buenas migas con todos. Así fue que, gracias a la colaboración de Raúl Montañez, quien accedió a darnos una fecha en El Directorio, novisimo local, ubicado, para variar, en la Plaza San Martín, pudimos organizar el concierto que nos serviría para presentar a la nueva formación de la banda.
En cuanto a repertorio, decidimos centarnos en cinco canciones, las que mejor nos salían en los ensayos y nos dedicamos de lleno a cuadrarlas. Debido a la premura del tiempo, las canciones salian con distintas versiones pues ninguna de ellas tenía arreglos definitivos, lo cual originó que, en un principio, ninguno de nostros estuviera satisfecho con lo que teníamos preprado para la presentación.
En cuanto al cartel que nos acompañaría, contamos con el apoyo de nuestros amigos de Argonautas y la banda paralella de Luis Astudillo, llamada NMJ, cuyo estilo emparentado con el grunge complementaban muy bien la propuesta que queríamos brindar al público esa noche.
El diseño den la publiciadad estuvo a cargo del siempre dispuesto Christian Audiomantra, que continúo con la idea de afiches llenos de color, sin llegar a ser sobrecargados y preservando la sobriedad. Debido a lo ajustado del presupuesto sólo nos alcanzó para cubrir todo el centro de Lima y las Galerías Brasil con volantes y afiches. Sin embargo, también contamos con los programas de radio nacional de algunas radios zonales, como Radio Fenix, que en sus programas publicitaron el evento todo lo posible.
Por fin el día llegó, decidimos llegar temprano al local y nos encontramos con Los argonautas, quienes de buena gana, nos ayudaron a preparar el escenario rápidamente, dejándo todo listo para que NMJ rompiera fuegos.
A pesar de lo austero de la publicidad, inesperadamente se logró reunir a una buena cantidad de gente, que de seguro, buscando algo interesante que hacer un viernes en la noche, se decidieron a escuchar qué tenían por ofrecer estás tres bandas nuevas.

lunes, 22 de octubre de 2007

Golpe de Timón.

El siguiente concierto salió gracias a una invitación de Rafo Ráez y los Paranoias, para que abrieramos un concierto suyo y de Justicia Inmoral. A último minuto, siempre surgieron problemas, pues uno de los auspiciadores falló en completar la batería que se utilizaría aquella noche. Sin embargo, la buena disposición de Erik, quien accedió de buena gana a llevar parte de su batería al concierto, permitió que el problema quedara sólo en anécdota.
El evento se inició puntualmente y, antes de subir al escenario, los organizadores nos aseguraron que cualquier problema de ecualización o sonido había quedado descartado, pues se contaba con el concurso de un ducho sonidista que se encargaía de mover las perillas detrás de la consola para todos los grupos.
Con confianza en lo que habíamos escuchado, iniciamos nuestra participación tocando sólo cinco temas. Sin embargo, fue fácil notar que, sobre todo en nuestras primeras dos canciones, fuimos usados como conejillos de indias, pues las fallas de sonido, atribuibles principalmente al desempeño del operador de consola, eran más que evidentes.
Aún así, continuamos con nuestro repertorio, no obstante que ya sabíamos que aquél ,supuestamente experimentado, sonidista, no quería hacer gala de sus habilidades aquella noche, por lo menos, no con nosotros.
Todo lo anterior se confirmó cuando, al subir los otros grupos al escenario, los problemas de consola desaparecieron, pues la capacidad de aquél perillero reapareció repentinamente en cada canción de los grupos anfitriones.
La sensación que nos dejó aquella noche fue que para una próxima oportunidad no dejáramos cabos sueltos ni confiaramos en los supuestos pergaminos de aquellos que fungen como sonidistas, por lo menos, no sin antes confirmarlo en una buena prueba de sonido.
A pesar de todo aquello, las cosas parecían ir más o menos bien, sin embargo, inesperadamente Pepe Echeverría recibió una oferta para tocar en un grupo de cumbia. Obviamente al hacer un rápido análisis costo beneficio, aceptó de buena gana la propuesta, pues la Cumbia es un género más rentable que el rock y con más razón si se tiene ya una responsabilidad como jefe de familia
Cuando todo iba más o menos bien, Pepe Echeverría recibió una oferta para tocar en un grupo de cumbia. Obviamente al hacer un rápido análisis costo beneficio, aceptó de buena gana la propuesta, pues la Cumbia es un género más rentable que el rock y con más razón si se tiene ya una responsabilidad como jefe de familia.
Ante la nueva circunstancia, decidimos buscar nuevo guitarrista. Una mañana, después de varias cervezas de por medio y una larga conversación, logré convencer a Luis Astudillo (guitarrista de 1252 y compañero mío en la composición de los temas de la banda) para que se incorporara a Ausencia. Con su aporte, los temas se alejaron de las vertientes POP y retomaron tintes grunge, adecuadamente temperados con matices new wave y post punk, pues el prducto final en cuanto a repertorio, luego de un proceso de negacioación no excento de contusos y heridos, fue una curiosa síntesis entre los temas del viejo 1252 y las versiones de Ausencia.
Sin embargo, éramos conscientes de que necesitabamos un ingrediente más para dotar a las canciones del carácter del que carecían. Nuestro primer intento para enfrentar este problema fue convocar a Christian Audiomantra para que toque teclados en la banda. En honor a la verdad, sus aportes eran interesantes, pero su reticencia a tocar los temas de nuestro repertorio y su obstinación en intervenir sólo canciones nuevas, desgastó de a pocos su relación musical con el grupo y decidió partir luego de algunos ensayos.
La apuesta siguiente fue buscar a Alan Arellano, ex primera guitarra de 1252 y responsable de los matices "metaleros" en la mayoría de las canciones de aquel grupo. A pesar que el primer ensayo con su participación resultó bastante bien, la diferencia de caracteres entre él ( que buscaba un sonido parecido a 1252) y Roberto, que consideraba que aquellas versiones serían un retroceso, pues quería preservar aquel sonido POP con el que Ausencia se había iniciado, generó un conflicto parecido a una guerra fría pues ninguno de ellos hacia pública su incoformidad con el otro. Como resultado, so pretexto de falta de tiempo, Alan se alejó de la banda, dejándo todo, de nuevo, a fojas cero.
Sin embargo, a la tercera fue la vencida y encontramos en Harold Tejada, un joven guitarrista que , por casualidad es mi primo, aquel estilo que dotaba de contundencia a nuestras canciones, pero sin llegar a ser demasdo pesadas.
Con esta nuva formación nos avocanos a preparar nuestra reaparición, pues este proceso de entradas y salidas llevó varios meses, pero por fin parecía que andabamos por buen camino en la búsqueda de nuestro sonido.
Juna Alfonso.

La Revancha.




Despues del traspies de Barranco, decidimos retormar a territorio conocido y organizamos un concierto en el Yacana con el mismo cartel que tuvimos en el concierto debut. La organización fue similar a la de aquella vez: Un afiche llamativo, esta vez reminicencias dark bastante explícitas, cortesia de Christian Audiomantra. Además contamos con el apoyo de Raúl Loza en lo referido ala promoción virtual del evento en la intermet.

Todo esto permitió generar buena expectativa entre la gente. Prueba de ello fue que al momento de llegar al local el día del concierto, las tres bandas encontramos sorpresivamente una buena concurrencia.
Sin embargo, como np podía swer de otro modo, el azar nos tenía una sorpresa. Al momento de llegar no había nadie que nos ayude a preparar el espectáculo, es decir, lo que se refiere a armar la batería, hacer sonido y demás detalles vitales para que la velada tenga exito.
Sin embargo, las tres bandas pusimos manos a la obra y cubrimos cualquier cabo suelto. Un detalle digno de mencionar es que la concurrencia hizo gala de bastante paciencia y supo esperar que todo estuviese listo.
El primer grupo que subió al escenario fue Cuarto Sistema, cuyo repertorio grunge tuvo buena aceptación entre el público; especialmente cuando tocaron temas propios como el trepidante Serotonina y un divertido "cover", a su estilo, de auel bolero cantinero de Los Morunos llamado Motivos.
El turno siguiente fue nuestro y una inesperada ovación por parte del público, nos dio la confianza suficiente para empezar de buen ánimo. El repertorio incluyó nuestras canciones post punk como La inefable Nostalgia Anhelada o Desearía, así como también la contrundencia punk de un tema como Lamento.
No obstante, la canción más comentada y aprobada de nuestro repertorio fue aquel alegato contra el amor no correspondido de un hombre hacia una mujer, llamado Perra.
Los Argonautas cerraron la noche tocando ocho temas con la aceptación de sus seguidores que llegaron en buen n+umero al concierto. La anédota fue que luego de ver la entusiasta respuesta de la audiencia, Rodolfo, vocalista de la banda, admitío que tendrían que reconsiderar su apresurada decisión de disolver la banda.
Al final, este concierto fue una reivindicación con nostros mismos y nos dimos cuenta que no estábamos solos en este sinuoso camino de hacer música y que, por lo tanto, podíamos contar con nuestros amigps cada vez que hiciera falta.

Juan Alfonso.

jueves, 21 de junio de 2007

El Sonido del Silencio.


La oportunidad para nuestra primera incursión fuera del Centro de Lima llegó de la mano con la invitación de Cuarto Sistema para que abréramos un concierto suyo en el Bar Mochileros, un acogedor, aunque pequeño, local ubicado en el sótano de una casona barranquina.

Los anfitriones habían logrado armar un cartel, que en teoría, podría atraer gente. Por un lado, se contactaron con una banda de chicas llamada Fadas, que estaban próximas a presentar su primer disco y que tenían el merito de ser una de las pocas Girl Bands sobrevivientes de aquella divertida movida limeña que se inició con grupos como Las Tabas hace unos años; y que compartían aquel espíritu punk del do it yourself, pero atemperado adecuadamente con una dosis de POP, Indie(si este género existe) o Modern Rock.

Por otra parte, el impredecible, pero talentoso ¿cantaautor? Rafo Raez había accedido a participar en el espectáculo presentando parte de su producción como solista; lo cual, aparentemente, aseguraría que una buena cantidad de sus seguidores nos acompañen el día del concierto.


Sin embargo, algunas de las piezas del rompecabezas de la organización de este evento comenzaron a brillar por su ausencia. Por ejemplo, no hubo mucha publicidad debido, tal vez, a que se tuvo excesiva confianza en que los fans del Raez asegurarían la noche, lo cual hizo que la entrada fuera fijada en S/.10 nuevos soles (monto excesivo si me preguntan, considerando que el cartel tenía a tres bandas nóveles y un trovador en solitario, un MARTES por la noche) .


La noche del concierto todas las bandas estuvieron puntuales, pero, como no podía ser de otra manera, la anécdota de la noche fue que no se pudo conseguir un amplificador de bajo, lo cual obligó aque la voz y este instrumento comparieran un mismo canal de salida, con todas las dificultades en ecualización que eso acarrea y sobre todo, con la molestia de nuestro bajista, cuyo carácter se tornó más irritante que de costumbre.


A pesar de todo aquello, las pruebas de sonido salieron bastante bien, con sólo las mesas como testigos, claro, y todo quedó listo para comenzar.

Sin embargo, no contamos con que la "competente" administración del local había decidido organizar ese mismo día, por aniversario, gratuitamente y en las afueras del local, un montaje de teatro experimental, con Jimena Lindo como protagonista y en el cual, esta talentosa actriz no sólo hacía gala de sus indiscutibles habilidades actorales, sino que también dejaba ver sus muy apreciables atributos físicos.


Todo esto afectó seriamente la afluencia de público a nuestro concierto, sin contar que la administración exijía que empezaramos luego de la obra de teatro, lo cual era más que un sacrificio considerando lo caro de la entraday que ya eran las doce de la noche.


Luego de finalizado el montaje, el lider de Los Paranoias se subió al escenario aprovechando la poca gente que había en el local y tocó varios de sus temas con algo de aceptación entre los presentes.


La banda sigueinte fue Ausencia, que tocó tan solo tres temas pues al irse Rafo, la poca gente que aún quedaba se fue de a pocos hasta quedarse sólo los mozos y el el silencio como audiencia.

En ese momento, los chicos de Cuarto Sistema decidieron dar por terminda la desastroza velada, incluso sin haber tocado algúno de sus temas.


A decir verdad, quedamos en deuda y, a pesar de los resultados, tercos como somos, decidimos sacarnos el clavo organizando otro concierto al mes siguiente y levantarnos de este tropiezo. Total, a veces, es bueno creerse aquello de que la luz está al final del tunel. Sobre todo, después de esa noche.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Buscando una Voz Propia: Concierto 24/03/2007













Después del concierto debut, nos avocamos a pulir los temas del repertorio. Las canciones salen cada vez mejor. Pepe mejora su desempeño cada vez que toma la guitarra, tocándola con más fluidez y demostrando que, con práctica, un buen bajista podría comenzar a ser un guitarrista correcto.

En el caso de Erick, debo admitir que el cambio es notable, pues toca la batería con más confianza y ya comienza a dejar atrás los nervios de quien pisa por primera vez un escenario. En lo que a mi respecta, no me averguenza decir que que no canto bien, pero lo que me sobra es descaro para hacerlo y además, tal vez porque soy economista, trato de utilizar mis limitados recursos de la mejor manera posible. Además con esta banda el desafío es mayor porque, con el estilo de Ausencia, no puedo recurrir a las guitarras distorsionadas como manera de ocultar las falencias que podría tener como vocalista (al menos no tanto como quisiera).

Sin embargo, la sorpresa más grande fue Roberto, quien, gracias a un tapón de oídos que Erick le consiguió durante un ensayo, descubrió que al escucharse podría complementar muy bien el trabajo de voces y mejorar así el producto final de las canciones. Por eso, ya casi siempre lleva aquel accesorio cada vez que vamos a tocar, pues, según él mismo lo dice, lo considera su "monitor" de bolsillo.

Durante el verano pasado, añadimos dos nuevas canciones a nuestro repertorio. La primera de ellas fue un tema con letra de tintes misóginos llamado Perra, que se sostiene muy bien musicalmente con melodías que en un principio son wave o post punk, pero que hacia el final revientan con el uso, hasta ahora poco común el grupo, de acordes impregnados de distorsión.

La siguiente composición fue Despedida, una canción compuesta originalmente con un estilo hard rock, pero que con los arreglos adecuados pudo mutar convenientemente a un estilo parecido al power pop (por lo menos eso parece).

La invitación de Raúl Loza, baterista de Voz Propia, para que abriéramos un concierto de su agrupación en el Yacana, fue la oportunidad para averiguar si los arreglos que estábamos haciendo a nuestras canciones iban por buen camino.

El encargo no era fácil, ya que el público de Voz propia se caracteriza por ser muy exigente y no duda en castigar con su indiferencia a cualquier propuesta musical que no satisfaga sus expectativas o se aleje del género que su banda estandarte cultiva. Sin contar con que sólo disponíamos de media hora para capturar su atención.

En lo referente al género, podíamos respirar tranquilos, pues la mayoría de nuestros temas tienen mucho que ver con el wave o el post punk, vertientes de las que Voz Propia es un referente obligado desde la década de los ochenta. Ésa era una carta que teníamos bajo la manga y que pensábamos usarla sabiamente.
Un detalle que creo digno de mencionar es que esta presentación fue el pretexto para que nuestro nombre sea mencionado por primera vez en en medio escrito. Claro, fue El Peruano, en una pequeña nota anunciando el concierto, pero pues Roma no se hizo en un día y mucho menos la reputación de una banda. Por lo menos ya había evidencia impresa de nuestra existencia.

La noche del concierto, no hubo cabos sueltos. Todos estuvimos puntuales, con todos nuestros instrumentos y accesorios listos para la noche. Pero sobre todo se contaba con un buen sonidista, el único elemento que determinaba que el éxito de nuestra presentación dependa sólo de nuestra performance sobre el escenario.

El primer turno fue de justicia Inmoral, una agrupación punk de la que Raúl loza es el baterista. A pesar de tener un estilo muy distinto a la banda anfitriona aquella noche, el grupo supo ganarse al público, el cual acogió el proyecto paralelo del batero de Voz Propia, con agrado.

Para iniciar nuestra presentación elegimos dos temas que iban en un solo bloque: Privilegio y Desearía. La elección fue más que adecuada, pues sirvieron eficientemente como señuelos, haciendo que la audiencia dirija sus ojos hacia la tarima y nos aplauda como signo de aprobación.

La siguiente canción fue la Inefable Nostalgia Anhelada, cuya filiación wave y reminiscencias a grupos como Soda Stereo o Héroes del Silencio, sirvieron para terminar de ganarse a los seguidores de Voz Propia.

El momento fue adecuado para algo más agresivo y tocamos Lamento y finalmente Perra, con los que terminamos nuestra participación, dejando comentarios positivos entre quienes nos escucharon como aperitivo del palto de fondo: Voz Propia.

Así pues, en líneas generales, nuestro objetivo principal se cumplió, pues más gente nos ha escuchado y, sobre todo, esta presentación sirvió para que el grupo madure de la única forma posible: Tocando en vivo.
Juan Alfonso.

jueves, 24 de mayo de 2007

De Frente al Ruedo.: Concierto Debut (14/12/2006)


Después de tres meses de arduos ensayos, logramos armar un repertorio de seis temas a los que, gracias especialmente a los arreglos en guitarra de José Echeverría, logramos dotar de un nuevo estilo, totalmente distinto a las versiones originales. Estábamos seguros de nuestro trabajo y decidimos presentar nuestro proyecto en sociedad.


La primera tarea para organizar el concierto fue conseguir un local, labor relativamente fácil pues rápidamente conseguimos el apoyo del Bar Yacana que nos cedió una fecha. Sin embargo, el siguiente paso era más difícil, pues debíamos encontar dos bandas para completar el cartel de la noche.


Ese detalle era más complicado porque queríamos encontar grupos que sean nuevos como nosotros y cuyo sonido tenga carácter y contundencia sin dejar de primar lo melódico sobre la estridencia (apuesta más que arriesgada en la escena independiente limeña, pues es fácil que te califiquen de "comercial" si decides seguir estos caminos)


Felizmente, pronto encontarmos compañeros de viaje, pues Cuarto sietema, una banda de sonido grunge de Lima Norte a la que pude contactar, y los Argonautas, un grupo de modern rock cuyo vocalista, Rodolfo Vilchez, era buen amigo de Josè, aceptaron el desafío.


La última pieza del rompecabezas era presentar al concierto como una propuesta de espectáculo distinta a través de los afiches y volantes que sirvirían para difundirlo. Para ello contamos con el apoyo de Christian "audiomantra" Suarez, quien supo plasmar una estética alejada del hegemónico punk del Centro de Lima, utilizando en su trabajo, colores vivos y dibujos emparentados con el anime, algo, a decir verdad, poco usual por estos lares, porque la mayoría de grupos optan por simples fotos como fondo de sus logos y los de sus auspiciadores, si es que éstos existen, a la hora de conceptuar el arte de su publicidad gráfica.


El día del concierto, las tres bandas estuvieron puntuales para realizar la prueba de sonido correspondiente, los Argonautas fueron los primeros en hacerla con un tema bastante bueno llamado Nicole y encontraron rápidamente la ecualización que buscaban.


Supuestamente el resto de grupos proseguiría, pero no contamos con que, como inesperado preludio a nuestra presentación, un grupo de poetas ya había resrvado el local como escenario de sus tertulias y el tiempo apremiaba si objetivo era que todos pudieramos tocar nuestros repertorios totalmente y sin sobresaltos.


Aquellos aficionados a la literatura llenaron el local, pero gregarios como ellos solos, tal como llegaron en grupo, así se fueron, dejando sólo algunas mesas con gente curiosa de ver lo que lo que les teníamos preparado para esa noche.


Sin embargo, esa no era la primera broma que el azar nos tenía preparada. Los primeros en subir al escenario fueron Cuarto Sistema y, justo a la hora de empezar, una falla en el amplificador de la guitarra principal retrasó el programa un buen rato, pues tuvimos que usar, de emergencia el viejo equipo del local que ya tenía cumplidas, hace rato, sus horas de servicio. Felizmente, la banda salió adelante y, a pesar de que no había mucha gente, hicieron una buena presentación.


El turno siguiente fue de Ausencia. Mientras preparábamos todo sobre la tarima, fue más que grato ver algunos rostros conocidos entre el público, todos amigos, como Cesar N y especialmente Julio Bringas, bajista de Justicia Inmoral y sobre todo, ex batero de 1252.


Tuvimos la suerte de contar con un público más numeroso que acogió de buena gana todas las canciones que tocamos aquella noche. Para ser la primera vez que Pepe Echeverría, usualmente bajista, tocaba la guitarra en una banda, tuvo un desempeño más que aceptable. Sin mencionar a Erick Rivadeneyra, cuya primera colaboración en un grupo de rock como baterista, obtuvo nota por demás aprobatoría.


La noche se cerró con los Argonautas que demostraron ser un grupo de sonido bastante compacto y bien definido, sorprendiendo a quienes tuvieron la grata experiencia de escucharlos por primera vez y confirmando la buena impresión que de ellos tenía,el grupo de seguidores que los acompañaron a esta presentación.


Al final, el saldo fue positivo, pues todos terminaron más que satisfechos y dispuestos a repetir el plato en una próxima ocasión. Bien dicen por allí que se hace camino al andar (o en nuestro caso tocar) pero a decir verdad, tuvimos la suerte iniciar nuestro camino entre amigos.
Juan Alfonso.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Entendiendo la Ausencia


Como la mayoria de cosas que valen la pena, Ausencia nació como respuesta a un momento de crisis. Mi anterior banda, 1252, se disolvió debido a razones que tienen que ver mucho con mi escrito precedente.

El repertorio de aquella agrupación tenía algo más de doce canciones de diversos estilos, que reflejaban más de dos años de trabajo en equipo. Sin embargo, a pesar de la separación, todos éramos conscientes de que aquellas composiciones no merecián quedar sólo en nuestros recuerdos y decidimos ( o mejor dicho yo propuse) que cada uno de nosotros las podía seguir tocando en cada proyecto nuevo que tuviese.

Bajo esta premisa, Roberto Valenzuela, bajista de Ausencia, y yo tomamos las canciones de 1252 que más iban con nuestros temperamentos y estilos y buscamos la ayuda de José Echeverría y Erick Rivadeneyra, guitarrista y baterista del grupo respectivamente, dándole a Ausencia, partida de nacimiento.

Debo admitir que tocar canciones de otra banda era un detalle que me preocupó mucho, pero luego de revisar algo de la historia del rock, me di con la sorpresa de que muchas veces, dos grupos han tocado un mismo tema y cada interpretación ha resultado, felizmente, en una canción distinta, pero de calidad similar (si no es que el "cover" resultó mucho mejor que el original)

Para muestra dos botones: Neil Diamond originalmente compuso Red, Red Wine, a pesar de que la mayoría de gente supone que, aquella historia sobre un hombre llorando sus penas de amor teniendo al vino como único compañero, es de UB40. With a Little Help of My Friends, ese tema que los Beatles tocaban poco por considerarlo no suficientemente bueno, adquirió una identidad propia gracias a la interpretacion de Joe Cooker en Woodstock.

Teniendo eso en cuenta y salvando distancias, si bien es cierto, las canciones que tocaría Ausencia pertenecían originalmente a 1252, nos embarcamos en la ardua tarea de dotarlas de un nuevo estilo que le diera a nuestra banda el derecho de ganarse un espacio propio. Tarea en la que, según creemos, estamos bien encaminados.

Juan Alfonso.